Tommy es un gato de colonia que alimentan las chicas de la entidad ABAP Pinto. Lili, la chica que cuidad de la colonia, llevaba un tiempo observando que Tommy no apoyaba una da sus patas traseras, así que lo cogió y lo llevo a un veterinario. Allí le hicieron pruebas radiológicas, en la que no se apreciaba nada fracturado, pero al realizarle una exploración más completa de la rodilla observaron que probablemente tenía los ligamentos rotos y requería de una costosa cirugía.
Nos pidieron ayuda para operar a Tommy, ya que Lili y sus compañeras no podían afrontar un gasto así. Al explorar a Tommy, confirmamos ya no sólo que tuviera los ligamentos rotos, sino lo que se llama una «rodilla catastrófica» es decir, que varios elementos de la articulación están afectados (ligamentos cruzados, laterales, meseta tibial y menisco).
El gran problema que se nos presentaba es que Tommy es un gato feral, por lo que su postoperatorio dependía de que pudiera estar en una casa controlado durante un tiempo. Pero Lili estaba dispuesta a afrontarlo.
Así que operamos a Tommy, le realizamos un fruncimiento capsular de la rodilla. Los días posteriores han sido complicados para Tommy y Lili, ya que tuvo que estar en una jaula durante días para que se estabilizara la articulación y Tommy se ponía muy agresivo.
Pero tras unos días con movilidad reducida, los veterinarios decidieron que podía ya empezar a tener más libertad, así que Lili le trasladó a una habitación segura de la casa. Una semana después, Tommy empezó a apoyar la pata y su evolución está siendo muy buena.
