Cuando Saray se puso en contacto con nosotros, su perra Canela ya llevaba varios días muy enferma. Su familia, actualmente en paro, sí habían podido llevarla a un veterinario, que le diagnosticó una infección de útero, pero no se podían permitir la solución: una cirugía urgente.
Le dieron tratamiento antibiótico y les pidieron cruzar los dedos para ver si con eso se solucionaba, pero Canela iba empeorando día tras día.
A los cuatro días de estar tomando la medicación, se pusieron en contacto con nosotros muy desesperados. Canela ya no se levantaba y apenas abría los ojos, así que les dijimos que se trasladaran rápidamente a nuestro centro.
Confirmamos con el ecógrafo que tenía una piometra y la metimos inmediatamente al quirófano para quitarle los ovarios y el útero, que estaban muy infectados.
Ahora Canela se está recuperando junto a su familia en casa.