Hace apenas unos meses conocimos a Mónica y Ricardo, una pareja que vive en un pueblo de Madrid y que se encontraron un gato con una fractura de fémur: Kaze. Kaze se recuperó de la cirugía y hoy en día vive en su hogar.
A principios de este año, la historia se repetía. Mónica hacía unas semanas que cuando iba a trabajar siempre salía una gatita cariñosa en su camino, a la que terminó alimentando dos veces al día al ir y venir del trabajo. Hace unos días, esta gatita que llamaron Monita, apareció con su cola totalmente destrozada. No saben qué pudo sucederla para que su colita quedara totalmente sin piel, con el hueso al descubierto. Estaba asustada y tenía una terrible infección en la zona.
Inmediatamente se pusieron en contacto con la Fundación Mascoteros y decidimos ayudarles. Monita tuvo que ser intervenida quirúrgicamente para amputarle el rabo, que estaba casi totalmente necrosado. Ahora Monita vive en casa junto a Mónica, Ricardo y Kaze en un techo que le proteja de cualquier riesgo y en el que recuperarse de la cirugía. Además Monita ha sido testada con resultado negativo a enfermedades, ha sido identificada y esterilizada y en cuanto se recupere será vacunada.
