El pasado 20 de mayo Ana se encontró a un gatito suplicando comida, curas y sobretodo cariño en una ermita a siete kilómetros de su pueblo. Estaba cubierto de pulgas, sucio, muerto de hambre y, lo peor de todo, con una pata atropellada. Sus maullidos de tristeza no la dejaron que se lo pensara dos veces y automáticamente lo subió al coche para llevárselo a casa. Le dio de comer, bañó, quitó 103 garrapatas y sobretodo, le dio muchísimo cariño.
Escribió a muchas entidades protectoras y personas conocidas amantes de los animales por si le podían ayudar. Recibió respuesta de la influencer ‘La vecina rubia’ quien, además de elegir el nombre del gatito, Jon, le recomendó a Ana que se pusiera en contacto con Carlos Rodríguez y la Fundación Mascoteros.
Hace unos día que Jon vino a ser valorado por el equipo veterinario del Centro Veterinario Mascoteros en Rivas-Vaciamadrid. Allí pudieron observar que Jon tenía una fracturas múltiples y arrancamiento de tres dedos de una de sus patas traseras. Se le metió en quirófano ese mismo día para realizarle una reconstrucción y vendaje con férula.
Jon es trasladado cada dos días desde Cuenca a Madrid para ver al equipo veterinario para que le puedan realizar sus curas y poder salvar su patita. Cuando no está en carretera se pasa el día durmiendo de la cama al sofá, comiendo o arrimado su cabecita a las manos de la familia que le rescató, mientras ronronea, para buscar tus caricias.
#rescatargatosesdeguapas
