Ricardo gestiona una colonia legalizada en el municipio de Madrid. Un día apareció en las inmediaciones Bichito, un jovencito gato negro aparentemente atropellado ya que estaba paralizado de cintura para abajo. Tras capturarlo e intentar infructuosamente que la administración se haga cargo de Bichito, Ricardo se pone finalmente en contacto con nosotros.
Al trasladarlo al Centro Veterinario Mascoteros observamos que Bichito no presenta sensibilidad en el tercio posterior, por lo que procedemos a realizar pruebas radiológicas donde observamos que no presenta ningún tipo de fractura y se le pone bajo tratamiento farmacológico. Se le seda para limpiarle las heridas que tiene de arrastrarse, que se encuentran totalmente infestadas con gusanos. También se le sonda ya que Bichito no vacía su vejiga para orinar, además de presentar un proceso diarréico grave, para el que se le administran probióticos.
El estado de Bichito era muy grave, por lo que se le realiza una analítica para descartar posibles enfermedades, siendo negativo en todo.
Poco a poco, Bichito, un gatito por el que nadie quería apostar salvo Ricardo, fue mejorando día a día. Empezó a orinar solo por lo que la sonda ya no era necesaria, la movilidad y sensibilidad va en aumento, la diarrea desaparece y, sobre todo, pasa de ser un gato agresivo a ser un gato sociable en busca de mimos y juegos.
Con este nuevo buen carácter, ya se puede empezar a realizarle ejercicios de rehabilitación diarios, por lo que la mejoría de Bichito incrementa notablemente día a día. Gracias al empeño de Ricardo y de sus cuidados, sumado a la profesionalidad de nuestro equipo veterinario, hemos podido brindar a Bichito de la oportunidad de seguir disfrutando de la vida.