Ioana sufre cada día por llegar a fin de mes. La única forma que ha tenido de encontrar algún tipo de ingreso ha sido haciéndose autónoma y alquilando una pequeña habitación donde vivir con su gata Luna, pero el mes que viene la bonificación de su cuota de autónomos se acaba y se convierte en el doble por lo que la situación económica de Ioana se vuelve más axfisiante.
Luna tiene 12 años y toda una vida junto a Ioana. En lo bueno y en lo malo, que en eso son unos maestros los animales. Hace unos pocos días Luna comenzó a echar un líquido por la vulva tras haber estado con el celo, un celo ‘raro’ y muy prolongado. Consultó por internet y leyó los síntomas de las pioneras (infecciones de útero), y todo coincidía. Todo se podría haber evitado con una esterilización a tiempo pero Iiona nunca se lo había planteado ya que desconocía que podía ocasionar problemas de salud y ningún veterinario se lo recomendó nunca.
¿Pero era realmente una infección de útero o sólo estaba influida por lo que había leído en internet? La única manera de saberlo era llevándolo a un veterinario, pero enfrentarse a varias pruebas diagnósticas y una posible cirugía de urgencia era del todo inviable. Así que buscó ayuda y nos encontró a nosotros.
Cuando nos llamó para contarnos su situación, la dimos cita para que la vieran nuestros veterinarios cuanto antes. Iiona se desplazó a nuestro centro con Luna y pudimos comprobar mediante una ecografía que efectivamente tenía una piometra. No podíamos esperar para operarla ya que estaba muy grave, así que procedimos a meter en quirófano a Luna y hacerle una cirugía de urgencia. Previamente se le realizó una analítica completa para comprobar su estado de salud.
La cirugía salió muy bien y Luna se pudo marchar a las horas junto a su dueña a su casa. Próximamente la veremos en las revisiones de la cirugía, pero hablamos casi todos los días con Ioana y nos cuenta que está muy bien, lo único es que no le gusta llevar el collar isabelino y se lo quita siempre que puede.