Aunque todos creíamos que era una chica, finalmente fue un chico. Es Circe y es otro gato casero abandonado cruelmente en una colonia felina. Por el estado tan deteriorado con el que se encontró, suponemos que debió estar muchos días escondido hasta que no aguantó más y salió a buscar ayuda.
Raquel, la cuidadora de la colonia, no dudó un segundo en recogerlo de la calle y llevárselo a casa. Era cuestión de vida o muerte. A Raquel la conocemos de ayudarla con otro caso, el de Blanquita. Se hace cargo de decenas de gatos en la calle, de alimentarlos, castrarlos, desparasitarlos, tratarlos… por lo que económicamente no podía más, así que nos pidió ayuda.
Circe acudió a nuestra clínica muy grave. Le hicimos una analítica completa (bioquímica y hematología), en la que observamos que tenía un fallo renal, hepático y una pancreatitis, seguramente derivado de no haber comido durante mucho tiempo. También tenía una gingivitis severa por estar pasando por un proceso vírico por lo que le realizamos test de inmunodeficiencia y leucemia, afortunadamente arrojando un resultado negativo.
Se le está tratando desde hace unas semanas con fluidoterapia, antibióticos, antiinflamatorios y vitaminas; poco a poco parece estar remontando.
