Lua es una gata de 8 años que llevaba varios días muy decaída y orinando sangre. Su dueña Loli, una mujer jubilada con una pequeña pensión, la llevó a su veterinario y se gastó todo lo que tenía en hacerle pruebas. La diagnosticaron piedras en la vejiga, que tenían que ser retiradas mediante cirugía pero Loli no se lo podía permitir.
Se puso en contacto con nosotros y la citamos lo antes posible para ser intervenida. El equipo veterinario le realizó una cistotomía en el que se le extrajeron las piedras de su vejiga. Además le realizamos una analítica previamente a la cirugía para comprobar su estado de salud.
Tras varios días sondada y con tratamiento antiinflamatorio y antibiótico y un alimento Urinary, pudimos darle el alta.