Hace un tiempo que una preciosa gata atigrada callejera se coló en una nave rural de Toledo. Alexis, que la tiene alquilada, aceptó encantado su compañía. Comenzó a ponerla comida y agua, además de dejarle una abertura para que pudiera cobijarse allí del frío o la lluvia o simplemente tener un lugar seguro donde cobijarse siempre que quisiera.
Pero pronto esa gatita atrajo la compañía de dos gatas más. A Alexis no le importaba echar un poquito más de pienso para cuidar de todas, pero sabía que pronto o tarde alguna se quedaría preñada. Pero él no podía permitirse pagar tres esterilizaciones de su bolsillo.
Así que fue buscando por internet quién podría ayudarle hasta que dio con nosotros. Y le citamos para esterilizar a las tres gatitas hace unos días.
Afortunadamente llegamos a tiempo, porque una de ellas había sido fecundada hacía poco, pero pudimos esterilizarla igualmente.