La humana de Coco es una mujer mayor, pensionista, que mantiene a dos de sus hijos que se han quedado sin trabajo, una embarazada. Su gato comenzó con vómitos hace unas semanas y, tras muchas visitas al veterinario por una supuesta gastritis, se ha gastado todo lo que su economía le permitía en piensos especiales, pruebas y medicamentos…
Necesitaba una segunda opinión y pruebas más concluyentes, pero su bolsillo no le daba para más. Es cuando se puso en contacto con nosotros y rápidamente la citamos ya que Coco cada día estaba más débil.
Tras realizarle pruebas analíticas y radiografías, vimos que Coco no solo tenía un problema gastrointestinal, sino que padecía una alteración hepática y pancreatitis. Así que se le puso en tratamiento farmacológico antiinflamatorio, antibiótico, un complemento pancreático así como una dieta hepática.
En pocos días, Coco ha mejorado notablemente y ya no vomita. Tiene que seguir viniendo cada dos semanas a revisión, en el que se le realizan pruebas analíticas para comprobar el estado de su hígado.
