Canela es una de tantos perros que se encuentran en las carreteras. Ella es una jovencita perra de raza podenco, que además apareció con una pata fracturada. Las personas que la rescataron no dudaron ni un momento en hacerse cargo de ella, pero al llevarla al veterinario y pedir presupuesto para su cirugía, se quedaron muy preocupados porque el precio ascendía muchísimo.
Buscaron ayuda y fue cuando dieron con la Fundación Mascoteros. Decidimos ayudar a esta familia ya que se trataba de un animal que estaba abandonado y por su valentía en decidir cogerla de la calle y curar su pata.
Cuando la trajeron, nuestros veterinarios confirmaron que tenía una fractura distal de fémur. La citamos para operarla la tarde del día siguiente y los cirujanos resolvieron su fractura con una placa y tornillos. También se le realizó test de Leishmania (negativo), se le puso microchip y se le realizó una analítica completa, la cual dio indicadores compatibles con infección y hemorragia (por la fractura de la pata).
Al día siguiente vino a revisión por la mañana y nos quedamos estupefactos al ver la capacidad de recuperación de Canela: en menos de 12 horas ya comenzaba a apoyar la pata operada.
A los tres días Canela ya paseaba con casi total normalidad ¡es toda una campeona!