Hoy os hablamos de Tom, un gatito al que Javi y su familia conocieron por verle en las inmediaciones de su casa, ya que pertenecía a la colonia de la Sierra de Madrid donde vivían.
Tom era un gato muy confiado y siempre se acercaba a ellos, llegando a meterse en su jardín para dormir.
Cuando la familia se mudó de domicilio, decidió adoptar a Tom, puesto que ya vivían prácticamente con ellos y les parecía muy cruel abandonarle.
Pero tras la mudanza Tom comenzó a enfermar ya que le costaba respirar.
Javi está desempleado y con el poco dinero del que pueden disponer le llevaron al veterinario donde le hicieron una placa de tórax y le diagnosticaron derrame pleural.
Tras ponerle en tratamiento con diuréticos mejoró unos días, pero pronto empezó a empeorar de nuevo; pero ya no tienes dinero para poder acercarle al veterinario de nuevo.
Es por ello por lo que se pusieron a buscar ayuda hasta que dieron con nosotros.
Cuando vino a la clínica, tenía una disnea grave (falta de aire), ahogo, mal pelaje por falta de acicalamiento, taquicardia y las mucosas pálidas.
Al realizarle de nuevas radiografías se confirmó que tenía un derrame pleural y mediastínico.
Descartamos mediante test que tenían inmunodeficiencia y leucemia, y la analítica sanguínea reveló que tenía un leve anemia.
Tom estaba muy grave y le pusimos tratamiento farmacológico y fluidoterapia, pero en menos de 24 h siguió empeorando, llegando a no estabilizarse en pie ni a comer ni beber.
Se le repitió la placa radiológica, observando que tenía mucho más líquido en el pulmón, por lo que estaba agonizando.
Es por ello que, tras hablar con la familia, se procedió a practicarle la eutanasia y dejar que su familia le acompañara en sus últimos momentos.
